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Mostrando entradas de marzo, 2020

¿La izquierda y la muerte son parientes cercanos?

Pide silencio. Sombras. Espectros. Ánimas. No basta con el confinamiento. ¿Y las calles vacías? Ni siquiera esa realidad es suficiente. Callar. Enmudecer. Acatar. Obedecer. No discrepar. Ser buenos súbditos y dar por sentada que la Verdad se llama Pedro Sánchez, Fernando Simón, periódico “El País”, Cadena SER, Juanito Cruz, gacetillero del Puerto de la Cruz, futuro cronista oficial de la ciudad, ¿verdad alcalde? Dejar de poner en duda lo que se nos narra desde Moncloa. Todos debemos informarnos a través de RTVE. 1.000 millones de euros al año para mantener la erección “intelectual” de Sánchez. No hay ministros quemados. No hay ministros que mienten. No hay ministros que enseñan un vacío sin fondo cada vez que abren la boca para decir memeces y abrumar a los españoles con la mierda que produce un cerebro atrofiado y una ideología emparentada con la muerte. ¿La izquierda y la muerte son parientes cercanos? No digo que la derecha esté libre de errores y horrores. N...

Se amontonan los muertos igual que las legumbres en casa

¿ Pero hay algún incauto que piense todavía hoy que la recesión que alumbró en 2008 no se llevó vidas por delante? ¡La mala economía también mata! ¡La mala gestión de un país es una máquina de aniquilación sin parangón! Hoy esta pandemia nos pone contra las cuerdas. Hay que salvar vidas, por supuesto, y pienso muy especialmente en nuestros mayores, que son abandonados e invitados a dejarse ir sin rechistar. Europa es un club de fariseos y doctores en leyes que jamás han tenido en cuenta a los más necesitados. Si Alemania, Holanda y Austria mandan en las cuentas, Italia y España ponen en la mesa el desorden, la anarquía y los muertos. Lamentablemente es así. Muertos y más muertos. A lo mejor mañana estaré yo en esa lista. O nosotros. Todos. Por ese motivo, cuando habla el Gobierno de Sánchez, en el cerebro (no hay corazón) de Europa nace la orden de ponerse en guardia. "Ya habla el tonto que se carga a su pueblo pidiendo dinero para enterrar fiambres". ¿Y el periodismo qué...

El mañana o la nada

Quiero pensar que ya se está trabajando en el mañana.  ¿Una locura? Pues yo diría que no. Que el mañana es igual o más apremiante que el ahora. "España  ha adoptado un lema colectivo para apuntalar el estado de ánimo en este periodo que afectará a nuestra autoestima social: resistiremos. Pero, además de resistir, una vez superado lo peor,  España tendrá que replantearse como proyecto colectivo , preparándose para cambiar cuestiones que, en muchos casos, implicarán una transformación profunda de nuestra cultura, de nuestras costumbres y mentalidades, de nuestra identidad", Gerardo Iracheta es presidente de Sigma Dos en el periódico "El Mundo". Es lo que toca. Si superamos con éxito la pandemia, si entre todos, incluyendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, damos por el culo al coronavirus chino (importante lo de que es chino, muy importante, diría yo), entonces habrá llegado el momento crucial para España. No podemos seguir como hasta ahora. Si en el m...

¡Es que apestan, joder!

Sé que voy a morir. No me asusta la muerte. Coñe, que tengo muy leído a San Juan de la Cruz. Hasta Sor Juana Inés me acompaña. Lo que me cabrea es que me quite la vida un puñado de ineptos. Eso sí que me pone de muy mala leche. Compartir horas de trabajo con encefalogramas planos. Hablar para sordos. Bajar y subir en guagua y arriesgar mi vida por nada. Por casi nada. Tener que escuchar bobadas y que mañana un alcalde de esos que se creen importantes me cuente, (nos cuente), una retahíla de naderías. Claro que sé que voy a morir. Cuando leo a Jeremías o a San Agustín, se disipan los temores, las angustias. Mas no puedo ocultar las ganas de cortar toda comunicación con gusanos bípedos que a veces tropiezan conmigo en el trabajo o en la calle. Que Dios me perdone, pero ya no aguanto más la cabronada que supone respirar el mismo aire que esa gentuza a metro y medio de mi cuerpo, de mi alma. Ya sabemos también que en España no tenemos mascarillas y no tenemos guantes y no...

Qué ganas tengo de regresar a Irak

Abre la puerta de la residencia y encuentra muertos. Y vivos.  El militar se mueve despacio. Hay un silencio casi metálico. La muerte se pega a la cara. Los vivos tienen los ojos fijados en un punto de la nada.  El militar es un bulto más dentro de la residencia.  Hay varios muertos en los asientos. La televisión encendida. Tele 5 con chicos y chicas dándolo todo para  ganar un premio mientras aprenden a hablar. O a follar. Hay otro muerto en una salita con un brazo colgando y los dedos rozando el suelo. El militar está despierto. "Estoy despierto." No huele mal. Oye a otro compañero decir desde la planta de arriba que hay diez viejos sin vida en las camas. Y otro más tirado en un baño. Los pantalones quitados. Y muchas moscas. "Que esto apesta, joder". La residencia se llena de militares.  Están pisando huevos. Creen.  Se mueven cámara súper lenta. Hablan con los vivos pero los vivos no responden. Ofrecen agua, zumo de naranja, leche....

No se caga donde se come. Y mucho menos se caga donde como yo

Ya lo decía Tony Soprano: “Solo jodemos al que merece ser jodido.” Se vivirá mejor cuando la Guardia Civil y los militares tomen el control de la situación en las calles. Por lo menos quienes cumplimos a rajatabla con lo que se nos ordena, dejaremos de contemplar el ir y venir de gentuza que pasa de todo y pone en peligro al resto. No pido el tiro en la cabeza. Ahora bien, si la benemérita y los militares recibiesen la orden de actuar con mucha más contundencia, mandando a tomar por el culo lo que graben desde los balcones las corujas y los huelebragas que se aburren en el confinamiento, estoy convencido que a los gilipollas de todas las edades se les acabaría en un tris el deseo irrefrenable de pisar calle y ser libres. ¡A follar con el afilador, carajo! Cuando se vive una situación como la que desgraciadamente tenemos que vivir, el aquí presente echa de menos el sano y firme ordeno y mando de la autoridad civil o militar. Autoridad al fin y al cabo. Lo que...

Los viejos nos matarán con la mirada del sobreviviente. Justamente.

Me pregunta una persona muy querida si hoy merece la pena ser optimista. Me levanto del asiento de mi humilde biblioteca rogándole que cierre la puerta. Lo hace. La invito a que se siente. Serán unos pocos minutos. “Que te conozco”. Se lo ruego. Acepta. Ve que atrapo un libro. No me acerco a ella. Abro la página que tengo marcada hace tantísimo tiempo. Leo: “Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios”. Le digo que Borges me vale, que tiene que valerle. Me regala una sonrisa y sale de la humilde biblioteca. Lo que no le cuento es que mi ad...

Los aplausos son el alimento del alma

“ Eso sí, agricultores y ganaderos continúan en la zanja demostrando que su trabajo resulta de primera necesidad”, Raúl Conde dixit. Y es ahora cuando volvemos la vista al campo. Ah, malditos urbanitas con soberbia infinita. La indiferencia de ayer se torna hoy un clamor en defensa del campo que nos abastece en el confinamiento. Deberíamos pasar hambre, recordar las palabras de nuestros abuelos, nuestros padres. ¡Hambre, soledad, más hambre! Trabajar con hambre, dormir con hambre. Y la ira en aumento.  Que se destruyera para siempre nuestra llamada zona de confort. Calamidad de calamidades. Volver a la humildad del hombre tierra y luego polvo. Porque el engreimiento hizo creer que éramos dioses. ¿Dioses de la nada? Los sanguinarios recortes en la sanidad pública española llevan a que profesionales que salvan vidas se protejan con bolsas de basura. ¡Basura! ¿Y tenemos la mejor Sanidad del mundo? En Alemania los infectados no mueren. O casi no mueren. En España,...

¡Cisterna y a la mierda con todo!

Cuando inicié mi singladura en el periodismo decía que estaba rodeado de maestros por todas partes. Mentía. A conciencia. Huelo a los miserables y mamarrachos a la distancia. En el periodismo local nadie me ha enseñado nada. Es más, del periodismo local lo que he emprendido es que hay que estar alejado de él y lavarse las manos con mucha agua y jabón. En este mundillo infecto, que está hasta la coronilla de propagadores de bulos y estrellas de medio pelo que pierden el culo y más cosas por unos minutos de gloria y poder abrazarse (ahora no, qué pena) a los políticos y empresarios gangrenosos de nuestro norte, digo que de esos chisgarabís titulados y viejos ruinosos con mentalidad guerracivilista, nadie, absolutamente nadie puede aprender algo útil. Tirar de la cisterna y que se vayan a la mierda. La realidad, la vida, contar historias, comunicar y abrazar con delicadeza el español de Cervantes, Quevedo, Sor Juana Inés de la Cruz, Luis de Góngora, Juan Cruz (jajajajajaja),...

Adela era tan buena madre que sus ojos no descansaban para que el niño viviera

Adela era tan buena madre que sus ojos no descansaban para que el niño viviera. Madre buena Adela en la tarde apacible con un libro entre las manos y Lorenzo oyendo la voz del amor entregado y gratis. Adela rezando y Adela riendo y Adela haciendo café para que abuela Polonia regale sonrisa y Lorenzo abrace a la vieja querida siempre de negro y grandes manos para dar calor. Adela se fue joven y Lorenzo envejeció a los 13 años. Adela estaba muerta ese día y al siguiente la quería el cielo y los ángeles la arrullaban. Adela me espera y en su abrazo el hijo que murió reirá enseñando las paletas y olerá a madre, a vida, a amor desmesurado universal y cósmico. ¡Madre e hijos, juntos! Así el miedo perdió la guerra hace más de cuarenta años.  Saber que no esta muerta.  Que enciende velas porque Lorenzo no duerme a oscuras, y el niño antes siempre quiere un cuento, voz de miel, amor de madre para la vida plena.

Decía mi madre Adela

Nuestros padres nos enseñaron a lavarnos las manos. Pobres, pero limpios. Decía mi madre Adela que la casa limpia y las manos y la cara limpias, "que seremos pobres, pero sobre todo somos gente limpia". En el mundo de las máquinas todopoderosas, con el hombre a punto de poner los pies en Marte (la Luna es cosa de críos), y con el entretenimiento y el confort al alcance de cualquier familia, ha llegado un huésped no deseado que nos obliga a tener que recurrir al jabón y a lavarnos de nuevo las manos como pobres, como vulgares pobres que necesitan enseñarlas así de limpias para no ser degradados y perder la categoría de personas. El coronavirus no quiere ver un jabón en nuestras casas. Es su enemigo mortal.  Agua, jabón, esos geles con alcohol y no sé cuantas cosas más que matan al hijoputa y dejan las manos más aseadas que las de Juan Carlos I. O sea, que mi madre Adela, cuando me regañaba por tener las manos sucias y ver que además me llevaba algún que otro dedo a ...

Pablo González y la verdad

Descubro que el coronavirus tiene perdida esta guerra escuchando hablar a Pablo González, empresario del Puerto de la Cruz. Tenía dudas poniendo atención a los comunicados de la Organización Mundial de la Salud (OMS), escuchando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la cohorte de políticos (con excepciones en el municipalismo) que representan la más dolorosa y terrible mediocridad que una sociedad puede arrastrar consigo.  No me fiaba del todo del FMI, del BCE, de científicos que le han cogido al gusto a las cámaras trabajando a las órdenes de esos mismos políticos que anteponen intereses de partido al bien común. No tengo necesidad de prestar un segundo de mi tiempo para averiguar qué piensa o qué acción decide acometer el gobierno insular o regional. Estos días prefiero estar confinado en los clásicos. Sinceramente. En los místicos. Vuelvo a Santa Teresa de Ávila, por ejemplo.  Y entre los columnistas, me quedo con unos cuantos de toda confianza: Gabriel Alb...

"Si se mueven, mátalos"

Clara Ponsatí es una criminal. Se mofa de los muertos madrileños por culpa del coronavirus. ¿Es o no es una criminal? “De Madrid al cielo”, dijo la indigente mental y muy miserable mal nacida catalana. La hedionda miseria moral que expele es igual de peligrosa que el bicho que nos mantiene confinados. Pero ella, con el alma fea y retorcida, es una vulgar excepción, incluso en Cataluña. Es capaz de influir en mucha gente, como la Pilar Rahola que de vocera del golpismo se lleva una buena pasta todos los meses. Un país en estado de alerta que se prolongará más de 15 días, con ciudadanos ejemplares acatando las medidas y con profesionales de la medicina dándolo todo, pero sin obviar a nuestros hombres y mujeres de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, también tiene que soportar que una hembra llamada Clara Ponsatí, o que un mal bicho llamado Torra, se eleven por encima de la media para intentar ahogarnos con su mierda existencial. En “Grupo Salvaje”, de mi admir...

No seas un comemierda más

Yo puedo entender que la crítica no sufra ningún tipo de mordaza. Pero ya que se apela a la grandeza del pueblo español, capaz de superar crisis de este calibre, también es hora de mostrar unidad. Todo lo que usted quiera decir del Ejecutivo es cierto, pero hoy toca otra cosa. No se trata de callar, nunca será el momento del vasallaje, menos aún de enterrar bajo cal viva los muchos e imperdonables errores; sin embargo, para todo eso llegará el día, la hora. Hoy, unidad. Hoy no es Sánchez el enemigo. Tras el decreto y su publicación en el BOE, todos debemos estar más unidos que nunca. Es la guerra, y el enemigo se llama coronavirus. “Es un presidente, preso de los acontecimientos y rehén de unos socios desinteresados de la suerte que corra España. Por eso, el momento exige un gobierno de emergencia nacional que guíe la nave del Estado en medio de la tormenta con pulso firme, en vez de que lo hagan dos capitanes tirando del timón en distintas direcciones”, Paco Rosell, director...

¡Feliz entierro, hijos de puta!

A los españoles les va el apiñamiento. ¡Cuán tediosa la casa con niños y objetos y sombras y horas que se eternizan! El español es el virus que siempre tiene barra libre en los bares que apestan. Gritos, abrazos, escupitajos, humo, sudores, dientes amarillos, caspa, bonoloto, primitiva, la máquina que traga euros, "¿pero por qué coño no hay fútbol, me cago en Dios?" (El español medio es así. Basura). Que cierre el Prado, pase, que cierre el bar, es una declaración de guerra. Pero no olvidemos que el 8M hembrista fue un éxito en España. También lo fue para el coronavirus, ¿eh, Sánchez? Y es que no hay nada más resolutivo que cortar por lo sano con lo malo, con lo que a todas luces resulta inservible. Llámense sociatas, coronavirus, cobardes, mediocres, atoletados, hembristas, negacionistas del cambio climático. Escribe Antonio Lucas, poeta y periodista que “cada ciudadano se está convirtiendo en una ciudad prohibida”. Llevo toda mi vida siendo así, admi...

Soy heterosexual y me chiflan las mujeres

"Por ejemplo, el anteproyecto de ley de Libertad Sexual es una declaración de intenciones -nada que ver con algo digno de llamarse ley- de todo cuanto se esconde en el ultrafeminismo militante de un sector del Gobierno socialista. Desprecia el concepto mismo de ley, vulnera el papel del Derecho en una sociedad democrática y ahoga en inseguridad jurídica la relación entre hombre y mujer. Todo ello debido, además, a la simple táctica de inventarse una España opresora de la mujer e imperio del patriarcado. El 8-M que hoy se celebra puede ser el más divisorio de la historia." Nada que añadir al editorial del periódico ABC. Bueno sí, una cosa. Para ser mujer no hace falta estar hoy en ninguna de esas manifas que organizan colectivos que odian. "Y es que el feminismo nunca debería ser excluyente. La sensibilidad de todos respecto a la igualdad debe ser máxima y avanzar hacia su cumplimiento exhaustivo es una obligación ineludible." ¿Verdad que la lógica es ap...

El norte está averiado, ¿y?

Si mañana (¿pasado mañana?) el sur (¡nuestro sur!) pusiera el cartel de cerrado por defunción, ¿qué creen ustedes que ocurría en este bendito norte con alcaldes tan prominentes e influyentes, todos ellos hijos de Davos? ¿Será que la mano negra nunca estuvo más allá del Padre Anchieta? Pasadas las décadas, pero con diferentes protagonistas en los despachos lustrosos de los ayuntamientos, a lo mejor seguimos teniendo en este nuestro norte de Tenerife la misma calamidad política. Si el sur es el motor, que lo es, el norte no es un cementerio. Claro lo tenemos. Pero lo que ya no está tan claro es que nuestra comarca pueda salir adelante con los caretos que hoy aparecen en el Diario de Avisos. Ellos no son, créanme, el antídoto para evitar la propagación de nuestros males. ¿Qué males? En primer lugar, no   busco amedrentar, ni seguir con la cantinela que asegura la existencia de personajes conspiranoicos en contra de los intereses de plataneras, aguacates y papas. La g...

Alimentarte de la mujer es tu objetivo feminazi si Pablo Iglesias es tu prototipo de mujer

Las feminazis son torpes. Ruines, claro. Pero son torpes. Muuuuuy torpes. La prueba evidente de que son como digo que son es que odian a Cayetana Álvarez de Toledo. Las hembras al servicio del machismo social comunista detestan la inteligencia, la libertad, la independencia. Son más proclives a emborracharse y llegar solitas a casa. Si hay que llegar arrastrándose, también. Pero ser inteligente, libre, independiente, eso se deja para las mujeres de verdad. Y es que hay mujeres de verdad, ¡bravo!, y luego están las feminazis. Al igual que hay hombres de verdad y están los hombres hijos de puta (hombres degradados sin derecho a la vida) que matan, violan e impiden que una mujer en el trabajo se sienta respetada. Pero hoy toca bombardear las cabezas de esas serviles totorotas que optaron en su día por adherirse al cuerpo de Podemos, que es el cuerpo del nuevo Lenin, el llamado machoazote por un servidor de ustedes. A mí las hembristas que odian y desearían acabar para si...

¡Ese populacho cabrón con derecho a voto y que nos jode la vida!

Pablo Iglesias ya no tiene careta. Se la quitó. Molestaba. El populacho ibérico es muy fácil de engatusar. Se alimenta con las mentiras del social comunismo. Pan para hoy y hambre para mañana. ¡Ese populacho cabrón con derecho a voto y que nos jode la vida! Pablo Iglesias ya no vive en Vallecas. Demasiado olor a pueblo. Gente trabajadora, gritona, poca aseada, embrutecida por el fútbol, Vasile, y siempre con el mejor móvil del mercado. Ese populacho es machista hasta cagando, pero vota a Pablo y a todo bípedo viviente que se alce para vender que el social comunismo ha llegado para terminar con la derechona española. Liberales, democristianos, conservadores, centristas, ¿me olvido de algún grupo? Ah, claro, Pablo y su señora de Galapagar ostentan el poder omnímodo en Unidas Podemos al puro estilo leninista. Prohibida la discrepancia en las filas de los pretorianos dispuestos a dar la vida y poner el culo siempre y cuando quede a salvo la cabeza del mesías. Pero la careta ya...

¡Viva el Carnaval! ¡A tomar por culo, Carnaval!

La prosopopeya y el ringorrango conforman el disfraz del populacho local y nacional. Bueno, el populacho local, además incorpora al ropaje fétido una kilométrica cola de tacones, mascaritas, botellones, ruido, confetis, risas fatuas, y condones en vez de chicles para bocas orgásmicas. Es el carnaval de los menesterosos. El don carnal de los agusanados. La serpiente multicolor de hombrecillos y mujercitas sin interés por la vida. Por la vida cierta, sin doblez, vida al fin y al cabo nunca necesitada de bastones ni de algarabías raptadas. Saltan, cantan, beben y follan durante días para que el otro (rocoso) compruebe que hay libertad, osadía, adoración de un dios de carne y hueso con la polla erecta y los angelotes en fila esperando comulgar. Sagacidad e inteligencia es el carnaval. Nadie dude de ello. Jajajajaja. Buen negocio. En el aparente maremágnum lo cierto es que impera el orden. No lo parecerá, pero así es. Un orden que apesta a cementerio de fariseos. En ese coso a...