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"Si se mueven, mátalos"


Clara Ponsatí es una criminal.
Se mofa de los muertos madrileños por culpa del coronavirus.
¿Es o no es una criminal?
“De Madrid al cielo”, dijo la indigente mental y muy miserable mal nacida catalana.
La hedionda miseria moral que expele es igual de peligrosa que el bicho que nos mantiene confinados.
Pero ella, con el alma fea y retorcida, es una vulgar excepción, incluso en Cataluña.
Es capaz de influir en mucha gente, como la Pilar Rahola que de vocera del golpismo se lleva una buena pasta todos los meses.
Un país en estado de alerta que se prolongará más de 15 días, con ciudadanos ejemplares acatando las medidas y con profesionales de la medicina dándolo todo, pero sin obviar a nuestros hombres y mujeres de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, también tiene que soportar que una hembra llamada Clara Ponsatí, o que un mal bicho llamado Torra, se eleven por encima de la media para intentar ahogarnos con su mierda existencial.
En “Grupo Salvaje”, de mi admirado Sam Peckinpah, está siempre la frase demoledora del personaje protagonista de la cinta, el inolvidable Pike Bishop, interpretado por Willian Holdem.
“Si se mueven, mátalos”.
Pues a veces, Dios me perdone, mi humanismo cristiano siente cómo los demonios se apoderan de un alma cándida como la mía.
No le deseo ningún mal a la Ponsatí, a Torra, al resto del rebaño golpista, pero deberán perdonarme si confieso que en este confinamiento roto todos los días para acudir al puesto de trabajo en la radio, la cabeza se pone a pensar en muchas cosas y sobrevienen ideas macabras que, afortunadamente, desaparecen con “Diario íntimo” de Miguel de Unamuno, “Tristana” de Benito Pérez Galdós o “Noche oscura del alma” de mi poeta místico favorito, San Juan de la Cruz.
“Si se mueven mátalos”.
Creo que ellos estarían dispuestos por la vía eslovena a ejecutar (aquí esta expresión es la única que cabe) planes de eliminación para crear de la noche a la mañana una Cataluña libre y pura de malformaciones congénitas. Ya saben, ese ADN español que según el golpismo nos convierte en hienas.
Pero lo que importa es la unidad.
Aplaudir a médicos, enfermeros, policías, cajeras de supermercados, científicos. Ellos nos hacen grandes, nos salvan, nos defienden de la barbarie. Somos libres y vivimos seguros porque están ahí y son mejores en todo.
No hay Ponsatí con la fuerza suficiente para derrotar a la buena gente española.
No podrá el coronavirus y nunca conseguirán los inmorales nuestra derrota.
La tiranía nacionalista catalana ni siquiera podrá con los millones de personas de esa parte de España que son valientes y hacen frente a la violencia infecta de ERC, Juntos por Cataluña, etc.
El coronavirus es nuestro enemigo público número uno.
Pro nunca olvidemos que hay otros enemigos que son poderosos, a la espera de causar el daño más terrible.
No mostremos nunca debilidad.
“Si se mueven, mátalos”.
Es sólo la frase de una obra maestra del cine.
P.D. QuinTorra tiene el coronavirus. Le deseo una pronta recuperación.


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