Hace unos minutos se pone en contacto conmigo un compañero ilustre que todavía trabaja y sigue muy atentamente lo que acontece en el PP. “Es el mejor orador del parlamento, Lorenzo”. Se refiere a Pablo Casado.
Le respondo que estoy agotado de hacer espiritismo.
La palabra, o mejor dicho, el buen uso del lenguaje, sin
papeles a ser posible, siempre es el mejor pistolón del encantador de
serpientes. Las palabras que llegan con fluidez y bien ordenaditas. “¡Cerebro
privilegiado!” Y, sin embargo, prefiero yo a Harry el sucio. El muy sucio. “Alégrame
el día”.
Casado, en el adiós más miserable que se ha vivido en el
Congreso, ¡y un 13 de Febrero!, tenía que haber sufrido una afonía repentina.
Ser aconsejado (¿por Egea, jajaja?) para que se mordiera la lengua y enseñara a
la sin hueso como signo evidente de derrota ante Sánchez primero, y mantenerla
fresca para las sucesivas y aburridas entrevistas que ya vienen. Oh, sí, ya
vienen como maldiciones bíblicas.
Ni pizca de pena, Casado. No busques compasión.
La torpeza, sí, ella es la que te ha llevado a la
leprosería.
Te aplauden los “tuyos”, ¿lo sabes?, y el César, o sea, tú,
con el cuerpo lleno de puñaladas, enseña la boca a la que le encanta hablar
pero reniega de la acción. Eres un perfecto producto de eso que los cursis
llaman emocracia. ¡No es otra cosa que niñería lo tuyo!
Te vas con tres lacayos que anteponen la amistad al partido
y a España. A eso se le llama soledad.
Yo prefiero decir que Casado es el fiambre político más
ridículo que el PP ha dejado tirado.
Hernández Mancha sabe que hay vida de la buena más allá de
la política. Pero Mancha trabaja y trabaja y tiene un prestigio en lo suyo que
no estará jamás al alcance de Casado.
Pero mi colega y amigo considera que Feijóo es un moderado
que le viene muy bien a Sánchez. Y sí, así es.
Un centrista que ante la máquina destructiva del sanchismo
propondrá la palabra, los buenos modales, tender puentes (¿el del río Kwai?),
el abrazo, lo que un gallego más nacionalista que españolista entiende como
bipartidismo periférico. Otro Chamberlain para la derecha de pitiminí.
Nada se arregla en el PP con la bajada de Feijóo.
Nada se arregla en el PP se Feijóo no baja.
Así están las cosas en el ¿principal? partido de la
oposición.
¿¡Pero dónde está Patton!?
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