Ir al contenido principal

Lo público y lo privado en armonía

No en todos los países, ciertamente, acontece que el Estado pase a convertirse en enemigo del mercado, de la empresa, de la creación de riqueza. La politización de las instituciones en España convierte lo público en el dinosaurio de Monterroso. Yo sí creo que el Estado puede convivir perfectamente con lo privado, y viceversa. Pero siempre en naciones que tienen muy claro el papel que uno y otro han de desempeñar. Mi ideal de nación es aquella en la que algunos pilares esenciales no puedan tocarse jamás y se mantengan protegidos ante cualquier adversidad: sanidad, educación, pensiones, servicios sociales. El bien común es el pegamento que hace posible la unidad entre lo público y lo privado. Pero volviendo a España, la izquierda, o mejor dicho, la nueva izquierda populista y radical, nacido en el aquel fangoso 15M, fomenta el odio hacia lo privado. No hay autónomo que no esté bajo sospecha. Pequeña y mediana empresa a la que no se tenga que exprimir. Multinacionales que son “invitadas” a salir del territorio. Y en la derecha, donde también proliferan populistas y radicales, se apuesta por el asesinato del Estado, al que se acusa de monstruo insaciable y corrupto. Hay países como el nuestro que en la apuesta por la economía de escaso valor añadido, cavan su futuro y pierden el tren de la prosperidad. Claro que somos un país industrializado y desarrollado, pero con un guerracivilismo político que enfrenta al Estado con el sector privado y a este con el primero, provocando que las arterias productivas se colapsen y vayamos a menor ritmo que otras economías parejas. Yo apuesto por la convivencia pacífica de lo público y lo privado. Pero hay que pasar por una catarsis que elimine las políticas improductivas. ¡Y el voto improductivo también!

Este breve comentario nace después de leer un excelente trabajo firmado por Roy Cobby, Doctorando en Humanidades Digitales en el King’s College London, máster en Políticas Globales en la London School of Economics, grado en Relaciones Internacionales en la Universidad de Bath.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Ayuso y Cayetana, o Casero? That is the cuestion, peperos

  Permítanme, para enfado de alguno, que vuelva a poner en la cabeza de la política española a una mujer de bandera. Se llama Isabel Díaz Ayuso. ¿Perfecta? Perfecta es nuestra madre. Después de la madre lo único perfecto es una novela de Arturo Pérez-Reverte, Fernando Aramburo, Ana Iris Simón, Javier Cerca, o una película de Tarrantino, Cuarón, Sorrentino Scorsese (la nueva peli de Spielberg, versión de un gran clásico, “West Side Story”, es técnicamente impecable, pero insufrible porque resulta pedante e innecesaria), el jazz de Monk, Coltrane y Miles David que, para una persona a la quiero más que a mi vida, es lo más de lo más con la trompeta. ¡Estas son perfecciones de la naturaleza! Pero aun no siendo perfecta, Isabel Díaz Ayuso no es, por ejemplo, el irritante y pagado de sí mismo Albert Rivera, cadáver político que vuelve a ser noticia porque en la empresa, bufete, lo tildan de baguete, aunque él lo niega.   La presidenta madrileña dijo hace nada en la campaña de Ca...

Entrevista a Jordi Évole

Estoy con Jordi Évole. Hablando. Le entrevisto para una tele local. Mongolia se interesa por él. Me pegan en negro. Con lo que voy a ganar por esta entrevista puedo alcanzar este mes los 950 euros del SMI. -Hola Jordi. -Hola. -¿Tú eres gilipollas? -No, creo que no. Casi seguro que no. -Pero lo pareces. -Me lo suelen decir a menudo. -¿Y tú cómo reaccionas cuando la gente, también aquí los mongoles, al verte, al tocarte, al olerte, dicen lo mismo que en París, en Londres, en Madrid, en Cuenca, o sea, que eres gilipollas. -Pues que no lo soy, más no puedo hacer. ¿Tú crees que lo soy? -En absoluto. -Lo ves. De cerca, de muy cerca todo cambia. -Eres un atoletado. -¡Qué va! -No creas que soy yo un lumbreras. Yo también ando corto de neuronas, pero es que lo tuyo, no sé, tío, pero entre el coronavirus y tú me da que que en la Generalitat y en Lledoners elegirían al virus cabrón. -Pues yo tengo ganas de enseñar al mundo que ni gilipollas ni virus mortal. Si acaso pelín aprovechat...

A saber

  La intervención en la ONU del presidente ucraniano puso de vuelta y media una institución que apesta. Obsoleta, obtusa, fría, burocrática hasta el vómito, insensible y llena de discursos aparatosos y versallescos que vomitan la inutilidad de una máquina alejada de la realidad del mundo. Si Rusia y China tienen derecho a veto, entonces el consejo de seguridad de la ONU es una farsa. Zelenski sabía que debía hablar empleado las palabras más gruesas ante la ONU y no ante un Congreso de una España segundona y con un gobierno sumido en la incomodidad. No olvidar jamás que la izquierda sigue con el grito del no a la guerra tan criminal en su día como ahora, y que el presidente aseguró que España no necesita de un ministerio de Defensa. Zelenski era consciente de que hablaba para una banda de miserables que no entiende lo que pasa y prefiere, siempre, quedarse con el cargo y la paguita. La España del ensimismamiento a la que le aterra mirar fuera y se gusta sabiéndose pequeña, inculta, ...