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El PP da señales de vida inteligente

 

Las últimas horas en el PP son un balón de oxígeno para millones de españoles que votan centro derecha y apuestan por la democracia. Los berrinches, las pataletas, los tirones de pelo, los gritos, los escupitajos, las mentiras y las medias verdades, las zancadillas, los empujones, los escraches mediáticos y a cara de perro, todas estas atrocidades han hecho un daño muy grave, y costará subsanar la avería, volver a poner en orden la casa tras el estropicio de unos políticos que perdieron el norte y cayeron en el vandalismo que siempre genera la vanidad, el orgullo, la perfomance de la nueva política populista.

Toca por tanto mirar hacia adelante. Una nueva caída en el lodazal significaría la derrota definitiva del PP ante las urnas pero sobre todo ante los españoles. Ya es hora de trabajar con unidad y sentido de Estado.

Las elecciones en Castilla y León arrojan el primer éxito para el PP. Que Ayuso y Egea acompañen a Mañueco es la oportunidad pintiparada que el PP ha d aprovechar para hacerle frente a la máquina arrolladora de la izquierda radical. La presidenta de Madrid, una figura política que traspasa nuestras fronteras en positivo, no podía seguir siendo la causa de una rabieta infantil en la sede del PP. Las baronías del PP no son nada al lado de una mujer que puede desde ya mismo codearse internacionalmente con los más destacados dirigentes. ¿Quién del PP está en esa cumbre?

Pero si Ayuso es hoy la marca internacional del PP, también Ayuso sabe que no está llamada en el presente a liderar el proyecto nacional. Al contrario, un paso en falso, un mal consejo, una ensoñación que moje las sábanas, supondría el derrumbe de todo lo que se puede esperar de bueno para el partido y para el país.

Y Pablo Casado tiene que evitar resbalones. Es la hora para un desembarco que se convierta en el inicio de la victoria. Más firmeza, más elegancia. Más dureza, más hombre de Estado. La Reforma Laboral necesita de Casado para una victoria total de la democracia liberal.

Sánchez sabe cómo enfrentarse al populismo. Es hijo de la radicalidad. Conoce las tripas de la bestia. Para lo que no está preparado el Presidente es para enfrentarse al líder de la oposición llamado a gobernar España. Eso no entra en su cabeza. No hay discurso, no hay editorial, no hay radio ni periódico bajo cuerda del sanchismo que sepa responder a la política de la grandeza que requiere la España del presente.

El PP emprende hoy un camino que ilusiona. Si los hombres y mujeres que dirigen el destino de este partido, así como el día a día de importantes regiones y ciudades de España, aceptan el reto que consiste en poner siempre por delante el país y a los españoles, que no duden de la respuesta que ofrecerá el gran pueblo que trabaja y se esfuerza. El pueblo que se despierta todas las mañanas y no se arruga ante las adversidades estará con el PP que antepone siempre el interés de España a cualquier otra cosa. Si Pablo Casado tiene claro que esto es así, la derrota de la extrema izquierda comenzó en The Guardian y se agudizará hora tras hora hasta llegar a las elecciones de Castilla y León, Andalucía y las generales de 2023.  

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