No hay vuelta de hoja. Hay que tomárselo muy en serio. Menos guasa porque nos jugamos el futuro. El porvenir de nuestros hijos. ¿Qué será de España si pasamos de este problema? Verán, el periódico "El País", que además de global, también es monclovita, de Ferraz, e ilustra sobacos de media España, asegura, porque así lo advierte la Unión Europa, que "España debe reforzar las lenguas cooficiales en la Administración pública". Como ustedes comprenderán nos enfrentamos a uno de los desastres más graves de la larga historia de esta vieja España. Ni la invasión mora (700 años) supuso algo similar. Hay que reforzar como sea el catalán, el gallego, el valenciano, el asturiano, el silbo gomero, y esa lengua rarita que hablan unos pocos vascos.
Espero que desde hoy mismo el gobierno de Pedro Sánchez se ponga a trabajar en la resolución de este conflicto que nos aboca a un fracaso como pueblo. Es que yo ignoraba que tal cosa estuviese ocurriendo en España. Ni se me pasaba por la cabeza que desde el kilómetro cero se impusiera el silencio, cuando no la más absoluta postración de esas lenguas sin las cuales España, toda ella, no tiene futuro en siglo XXI.
El País continúa: "España tiene varias de las lenguas minoritarias más habladas entre las más de 40 que hay en la Unión Europea, por eso nos concierne especialmente la valoración que el Consejo de Europa hace de su cumplimiento. En un país como el nuestro, donde las cuestiones lingüísticas son objeto frecuente de confrontación política, es importante disponer de instrumentos de valoración objetiva, sin apriorismos y alejados de las pugnas partidistas."
Claro, si gobernara/mandara la derecha fascista, devoradora de niños y aficionada al chotis, servidor llevaría mucho tiempo denunciado esta calamidad. Pero es que para fortuna de los gallegos, vascos, asturianos, valencianos y gomeros, quien está en La Moncloa es un doctor en economía, así, como ustedes leen. Doctor y autor de un libro que, para asombro de Reverte, Marías y Vargas Llosa, no ha obtenido el reconocimiento que en verdad se merece. El político más aventajado de Españita y de la Europa de Boris Johnson.
Así que, vuelvo a reiterar, espero que el sanchismo, el Vaporub que procura tanto bien a los españolitos con derecho a voto, pues combate con eficacia los dolores de cabeza, resfriados. evita la orina de mascotas, las estrías, combate a los insectos, mejora los dolores musculares, y actúa contra el acné, ese sanchsimo federalista, Bilduparlante, no defraude un día más a Europa.
Las lenguas cooficiales han de ser tenidas (y no temidas) en cuenta, además de ser respetadas.
¿Y el español? El español está bien para Abascal y sus casi cuatro millones de espartanos. Bien está el español para los peperos de Casado, Arrimadas, Ana Oramas, y pare usted de contar.
¿Qué puede hacer España con una lengua que la hablan en el mundo más de 580 millones de personas? Nada.
España sólo tendrá éxito en el Black Mirrow si el extremeño se pone a aprender vascuence desde ya. O el murciano se toma en serio el gallego. Y el madrileño, de una puñetera vez, aprende como es debido el catalán, que para eso fue la lengua de Colón, Cervantes y Santa Teresa de Jesús.
Lo del silbo gomero se lo dejo a Pedro Sánchez.
Que no tiene nada que ver con soplar botellas, pero sí con el uso correcto de los labios, lengua y dedos. Y creo, sinceramente, que Sánchez, que ya domina el inglés, con un par de lecciones de Casimiro Curbelo aprenderá el silbo para su próximo discurso en la siguiente y muy glamurosa Cumbre del Clima.
España está en muerte cerebral. Pero mejor reír que llorar.
Espero que desde hoy mismo el gobierno de Pedro Sánchez se ponga a trabajar en la resolución de este conflicto que nos aboca a un fracaso como pueblo. Es que yo ignoraba que tal cosa estuviese ocurriendo en España. Ni se me pasaba por la cabeza que desde el kilómetro cero se impusiera el silencio, cuando no la más absoluta postración de esas lenguas sin las cuales España, toda ella, no tiene futuro en siglo XXI.
El País continúa: "España tiene varias de las lenguas minoritarias más habladas entre las más de 40 que hay en la Unión Europea, por eso nos concierne especialmente la valoración que el Consejo de Europa hace de su cumplimiento. En un país como el nuestro, donde las cuestiones lingüísticas son objeto frecuente de confrontación política, es importante disponer de instrumentos de valoración objetiva, sin apriorismos y alejados de las pugnas partidistas."
Claro, si gobernara/mandara la derecha fascista, devoradora de niños y aficionada al chotis, servidor llevaría mucho tiempo denunciado esta calamidad. Pero es que para fortuna de los gallegos, vascos, asturianos, valencianos y gomeros, quien está en La Moncloa es un doctor en economía, así, como ustedes leen. Doctor y autor de un libro que, para asombro de Reverte, Marías y Vargas Llosa, no ha obtenido el reconocimiento que en verdad se merece. El político más aventajado de Españita y de la Europa de Boris Johnson.
Así que, vuelvo a reiterar, espero que el sanchismo, el Vaporub que procura tanto bien a los españolitos con derecho a voto, pues combate con eficacia los dolores de cabeza, resfriados. evita la orina de mascotas, las estrías, combate a los insectos, mejora los dolores musculares, y actúa contra el acné, ese sanchsimo federalista, Bilduparlante, no defraude un día más a Europa.
Las lenguas cooficiales han de ser tenidas (y no temidas) en cuenta, además de ser respetadas.
¿Y el español? El español está bien para Abascal y sus casi cuatro millones de espartanos. Bien está el español para los peperos de Casado, Arrimadas, Ana Oramas, y pare usted de contar.
¿Qué puede hacer España con una lengua que la hablan en el mundo más de 580 millones de personas? Nada.
España sólo tendrá éxito en el Black Mirrow si el extremeño se pone a aprender vascuence desde ya. O el murciano se toma en serio el gallego. Y el madrileño, de una puñetera vez, aprende como es debido el catalán, que para eso fue la lengua de Colón, Cervantes y Santa Teresa de Jesús.
Lo del silbo gomero se lo dejo a Pedro Sánchez.
Que no tiene nada que ver con soplar botellas, pero sí con el uso correcto de los labios, lengua y dedos. Y creo, sinceramente, que Sánchez, que ya domina el inglés, con un par de lecciones de Casimiro Curbelo aprenderá el silbo para su próximo discurso en la siguiente y muy glamurosa Cumbre del Clima.
España está en muerte cerebral. Pero mejor reír que llorar.
Comentarios
Publicar un comentario