A ver si ustedes que saben mucho más que yo pueden responder
a esta pregunta: ¿Se justifica que de las 10 regiones más beneficiadas por
habitante en el tan cacareado reparto de
fondos, nueve, sí, nueve, están hoy gobernadas o mandadas por el psoe? ¿Le
encuentran lógica? La respuesta, bueno, hay que ser más específico, mi
respuesta es que Sánchez maneja el Estado y el dinero de usted y el mío como le
sale del pito.
Esta realidad hiede a despotismo y a régimen caribeño, y el
anuncio por todo lo alto de más de 1.000 millones de euros para el sector
primario en Castilla y León es la cumbre del despelote. ¿A cuántos días de
celebrar elecciones autonómicas en la región más extensa de España se canta el
gordo sanchista? ¿Cómo llamamos a esa medida? Y que nadie me responda que lo
bueno es que llegue ese dinero al campo, a los agricultores.
No me sean ustedes imbéciles, señores lectores.
La agricultura carece de valor para Sánchez, para el
ministro Planas y para el gobierno social comunista. ¿También el PP pasa de
ella? ¡Pues sí, naturalmente! Aquí todo el mundo siente asco por el campo. Le
aterra al político y a la democracia parlamentaria ensuciarse las manos.
Hasta el aspirante a un despacho de alcaldía en una ciudad
otrora motor y hoy un Ten-Bel más, o casi, sueña con el confort (maldita
palabra) y engordar como un cochino bien cebado.
Que llegue ese dinero y con la promesa de otros 2.000 millones
más de inversión privada es gloria bendita. Pero que se anuncie a escasos días
de que los castellanoleoneses acudan a votar es una sinvergonzonería en toda regla.
Espero que muy pronto actúe con rigidez la Junta Electoral
Central, que ya puso firme al sociata de la Moncloa, convirtiéndolo en el
primer presi “democrático” en ser sancionado y luego el primero también en ser
condenado a costas y a tener que pagar al primer partido de la oposición, o
sea, el PP de Casero, perdón, Egea, perdón, Casado.
Lo que está haciendo el gobierno comunista (y cada vez menos
socialista) es puro clientelismo en Castilla y León. Y asimismo repetirá la
maniobra en Andalucía cuando el presidente de la Junta convoque las elecciones
en la nueva California española.
El psoe siempre ha sido así. Con Felipe, con ZP y ahora con
Sánchez y mañana con Otegui ya afiliado al partido de Largo Caballero. Clientelismo
y manejo rastrero del dinero público para que esté siempre al servicio del
partido.
Lo fondos europeos son utilizados por el psoe a su libre
albedrío. ¡Y no pasa nada!
¿Es el psoe un partido con escrúpulos? Quia.
RTVE, el CIS, la Fiscalía, por citar tres ejemplos, ¿al
servicio de quien está? ¿Al servicio de los españoles? No. ¿Al servicio de la
democracia? ¡Váyanse a cagar! ¿Al servicio de Pedro Sánchez? Por supuesto que
sí.
¿Y esa realidad tiene nombre? Aquí, en Roma, en Tombuctú, la
realidad en cuestión se llama corrupción, clientelismo, sectarismo.
El desprecio de Sánchez por las reglas democráticas es la
que tiene cualquier comunista. Sánchez aparenta ser un demócrata, pero no lo
es. En absoluto.
Menos mal que se pasea por Valladolid Isabel Díaz Ayuso y la
democracia toma la calle. Sin miedo, libre, espontánea. Dispuesta a ganar
aunque en la propia casa tenga enemigos despiadados y miserables.
Algún día Sánchez nos implorará perdón. Y el psoe hará lo
mismo. Algún día.
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