Lo primero, yo sí apuesto por el PIN parental. Claro y
rotundo.
Pero con la misma firmeza, (¿movido por el pesimismo?)
aseguro que se trata de una guerra perdida. En España sí, aunque algún día recupere
el poder el llamado Partido Popular defensor de valores muy alejados del
gobierno social comunista que corrompe voluntades y destroza la vida de los más
inocentes.
Nuestra derecha democrática es cobarde. Hay días que puede
sentirse capaz de hacerle frente a la poderosa maquinaria propagandística de
pedro sánchez e Iván Redondo, pero no. Es un mero espejismo.
La derecha, por muy derecha que se proclame, aunque produzca
miedo en españoles domesticados y engordados con indiferencia cochina, es
incapaz de ganar esta guerra.
El PIN parental es de sentido común. Pero es cierto que en un
país protegido de gobiernos y partidos predadores, la medida que nace en Murcia
sería una perogrullada. ¿Cómo no van a ser los padres los “señores” de sus
hijos? ¿En qué cabeza provista de espíritu y razón (razón y espíritu) cabe que
sea el Estado, o menestras de pedro sánchez las que dirijan las vidas de las
futuras generaciones?
¿Es que no tengo derecho a que mi hijo se quede fuera de la
clase en la que un “especialista” narra empalmado cómo hacerse buenas pajas o
llevar a cabo la penetración anal entre machos?
La progresía cabrona y la dictadura del relativismo me pone
de muy mala leche.
Arremeto sin piedad
contra los tarugos que se rinden ante ella.
Lean ustedes a Juan Manuel de Prada. No tiene desperdicio su
columna.
Ojo, porque su posición no es cómoda. Pero el inteligente
escritor intenta, creo, hacer que el lector piense y se convierta de una vez
por todas en una persona libre.
Feliz fin de semana.
Comentarios
Publicar un comentario